viernes, 18 de marzo de 2011

...le llamaban nihilista

Ahora, que no es el presente
ni es ningún otro momento, sospecho
que no hay  lugar donde existas más
que en este cerco, en esta sima,
en esta aldea vallada de piel
que se alimenta de la trayectoria
de tantos ideales
incorruptos como mentiras.

No hay en la realidad verdad ninguna,
no está en las palabras ese misterio
que buscas.

¿Qué haces leyendo este poema?
¿Cómo respuesta a qué silencios?
No hay nada que esté vivo.

Malgastas tu tiempo en el espacio
finito de la hoja en blanco.
Luego dirás: "Carpe diem".
N

4 comentarios:

wolf dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
wolf dijo...

Great!, Grande! Grande Diem! Hermoso! Fin

Santiago Bertault dijo...

Coño me he sentido reflejado en ese poema. Miedo me da ;)

David Á. dijo...

Genial, me encanta el cinismo que transmite, la contradicción del nihilismo vuelto sobre sí mismo. Las palabras están perfectamente escogidas, quizá el final cae un poco en una acusación pueril, pero comprensible. Me quedo con la última pregunta: «¿cómo respuesta a qué silencios?».
Gran poema.