nuevo domicilio


Los acontecimientos a veces te llevan sin remedio a otras hiervas, a otros barros. Así estos últimos (que nunca serán los últimos) han desembocado en la decisión de soltar lastre. A quemarropa resulta ser ahora una promesa demasiado violenta. Es esta variedad en lo que me dicto la inconstancia de nubes, aeropuertos, puertos, huertos y no acabar todos tuertos de sol y otras heridas de hambre. Si esta es mi raspa, habrá que crear un cuerpo que la sostenga... después de la alegría.