domingo, 17 de abril de 2011

nuevo domicilio



Los acontecimientos a veces te llevan sin remedio a otras hierbas, a otros barros. Así estos últimos (que nunca serán los últimos) han desembocado en la decisión de soltar lastre. A quemarropa resulta ser ahora una promesa demasiado violenta. Es en esta variedad en la que me dicto, la inconstancia de nubes, aeropuertos, puertos, huertos y no acabar todos tuertos de sol y otras heridas de hambre. Si ésta es mi raspa, habrá que crear un cuerpo que la sostenga... después de la alegría.

Le queda a este blog un único post que será el anuncio de la segunda presentación del libro "Ya veo la bala en mi cabeza" de Jose Luis Zúñiga. 

No desaparezco, sólo me mudo a un rincón sin tantos dientes.

lunes, 4 de abril de 2011

Promesas


La ciudad te lloraba, ayer digo. Tus calles favoritas venían todas a desembocarme y a despedirte como un río silencioso. No puedo dejar de preguntarme cómo sobrevivirá Madrid sin ti y la noche con su epidemia de baretos donde te está esperando tu wisky con tres hielos. Ya lo sé, entre tú y yo nunca fueron necesarias las palabras ¡qué paradoja de oficio!. Nos sabemos las costumbres, las lágrimas y reímos siempre en el mismo compás de pelele. No es hora de ponerte rebelde, me dirías, o quizá fuera yo quien lo dijera con los labios apretados de rojo. Fuimos tan completos perdiendo agendas, rescatando juguetes, desenmascarando infancias, que inventamos un nuevo rosario y desminitificamos el verbo arrodillarse. Mantendré mis promesas y seguiremos encontrándonos en todas las vidas que nos quedan. Te quiero y te guardo.


Lo he intentado
lo juro

escondí el bombo
y los platillos,
las castañuelas,
las chácaras,
incluso el papel albal
y las bolsas de plástico
para no hacer ruido
pero el primor de los cascabeles
ah, esos no

guardé el silencio
de feria ambulante
el previo al aplauso
de boca cosida
con las agujas del carmín

pero ya no aguanto
lo juro

si he de recitarte
henchida
violeta y temblorosa
a quemarropa
que así sea

a mares en plena libertad
donde haga falta

vocalizaré tus verbos subversibos
desbrozaré nombres y adjetivos
y si mi lengua se entorpece
volveré a empezar

volveré a recitarte

donde haga falta
lo juro
Nares Montero

Foto: Presencación del libro "Ya veo la bala en mi cabeza" 25.03.11.
Nares Montero
(El poema se lo escribí a Zuñi hace unos años, en un invierno que nos nevaba y nos mantenía cerca, como siempre, en el dulce calor de la compañía)