miércoles, 5 de agosto de 2009

El balcón



Aquella casa fue una infancia
sin salir al balcón.


Las hortensias aglutinadas
ocupaban el exiguo espacio
y parecían hacer el amor en masa.
Una ingrávida orgía de macetas
pariendo sin pudor

flores de extranjeros colores.


Todos los bichos,
humanos y abejorros,
atónitos, cantaban
albricias y alabanzas
a la dilatada fecundidad de las plantas.


En el balcón de aquella casa
no había evidencias de infancia.


Nares Montero.

1 comentario:

trovador errante dijo...

Nares, aunque no hayan evidencias, infancia si que hubo, de ahí el recuerdo.

Un besote niña roja,
Kike