lunes, 21 de junio de 2010

Crónica procrastinada

Ya he dicho en muchas ocasiones que soy de digestión lenta. Rumio y regurgito sensaciones e ideas y tardo bastante en llegar a conclusiones. El jueves pasado era uno de esos días en los que sabía, a ciencia cierta, que esto me pasaría. Incluso era probable que cuando todo acabara sufriera de amnesia, una muy rara y que aún no está registrada en ningún libro o revista médica.

Efectivamente así pasó. Después de unos días de absoluta desorientación mis familiares y amigos, preocupados, comenzaron a especular acerca de mi estado (todo aquel que tiene una enciclopedia de medicina cree haber hecho la carrera). Así que empezaron advertirme acerca de lo peligroso que era que mi situación, de pérdida temporal de memoria, se prolongara en el tiempo. Comenzaron los tratamientos. Unos se empeñaban en recordarme cada detalle excéntrico de aquel día. Otros echaban mano de sustancias que me harían recordar, según ellos, a una velocidad apabullante o si no al menos pasaríamos un momento de risas que después también olvidaría. Y otros comenzaron a escribir crónicas y mandarme fotos de tan magno acontecimiento.
Con todo ese bombardeo de ideas y datos, como podéis imaginar, mi desorientación no sólo no mejoró sino que empeoró significativamente. De cualquier forma, intenté componer un puzzle que explicara cronologicamente lo que había sucedido.
JUEVES 17 JUNIO 2010
17:00h. Hacía sol. El tiempo parece habernos dado una tregua. Yo espero arreglada y con todo dispuesto a que venga Pepe (lider del grupo Dardem) a buscarme.
17:30h. Decido pintarme las uñas. Aún no sé nada de Pepe pero presupongo que el esmalte de uñas no tardará en secar más de lo que él tardará en llegar.
17:50h. El carro donde tengo preparadas las botellas de vino que se servirán en el evento decide tener vida propia. Se cae misteriosamente al suelo y 2 de las 10 botellas se parten creando un charco rojo berenjena en medio del pasillo, delante de la puerta.
17:55h. Pepe llama al telefonillo. Le explico brevemente que estoy en medio de un mar de vino tinto y que bajo en cuanto pueda controlar la situación. En realidad la situación ya se me había ido de las manos. Comienza la desorientación.
18:05h. Me monto en el coche. Pepe está estrañamente tranquilo. Mis manos tienen el baile de sambito y yo no paro de decir cosas incongruentes.
18:30h. Llegamos a la calle Argensola. Buscamos aparcamiento. Tres vueltas a la manzana. Técnica infalible de: "Alguno se irá, digo yo!".
18:45h. Conseguimos aparcar. Comenzamos a sacar bártulos del coche.
19:00h. Comienza el montaje. Los clientes de la tienda Lomography no entienden qué está pasando. Yo tampoco. Pepe me dice que le falta un cable y sin él no podemos hacer nada. También nos falta un sacacorchos y que alguien me dé una bofetada a ver si reacciono.
19:07h. Hago unas llamadas a ver si alguien puede conseguirnos el cable y las botellas que hay que reponer. Me olvido del sacacorchos. Obviamente la gente a la que llamo ya está de camino y no entienden cómo se me ocurre llamarles a ellos (y menos con tan poco tiempo) para resolver el problema. Ya he dejado de pensar con lógica.
19:10h Pepe ha comenzado a montar. Yo doy vueltas por la tienda con un cable similar al que necesitamos en una mano. En la otra llevo libros de aquí para allá sin saber dónde ponerlos. Intento abrir el atril que también se confabula en mi contra.
19:30h. Los de la tienda han conseguido un cable, sólo nos falta una toma de corriente para poder enchufarlo todo. El montaje está listo sólo falta el atrezzo para hacerlo más atractivo. Llegan Kika y José Luis Zúñiga, maestra de ceremonias y prologuista, respectivamente. También empienzan a llegar los primeros invitados. Saludos. Deciden irse a tomar una caña. El canijo consigue un sacacorchos, ¿se lo he dicho yo?. A partir de este momento todo se vuelve borroso.
20:00h. Es la hora anunciada para el evento. Sigue llegando gente. Yo ya no sé con quien hablo, a quien doy besos o dónde estoy. Es claro que vamos a empezar tarde. La gente va y viene del bar más cercano a la tienda.
20:30h. Empezamos. La guapísima Kika abre el evento. Yo intento centrarme en lo que dice pero me parece que ha decidido utilizar una mezcla de todos los idioma que sabe. No me he fumado nada, lo juro. Le sigue José Zúñiga, me pasa exactamente lo mismo. En un nanosegundo han debido cambiar el idioma nacional y nadie me ha avisado. Vuelve a hablar Kika. Me río, creo que algunas de sus palabras han entrado en mi disco duro y me han hecho gracia. Sigo viva, que alivio.
21:00h Pepe y yo entramos en el improvisado escenario. Hay gente que nos mira a través del escaparate. Al público me lo imagino desnudo pero eso me distrae e intento concentrarme en la música. Mi cerebro funde a negro.
21:15h Algo me dice que estamos en la mitad del show. Es hora de los agradecimientos y de que algo de lo que diga resulte coherente. No sé si lo consigo.
21:20h La música me mete de nuevo en lo que tengo que hacer. Me enfundo unos guantes negros hasta más allá del codo. Soy Rita con el pelo engominado. Luego un bolero. Cuando canta Pepe respiro por primera vez en al menos 1 hora (nueva plus marca!).
21:30h Esto se ha acabado, la gente aplaude. Yo me abrazo a Pepe. Un sentimiento de amor y cariño lo invade todo. También me abrazo a Kika y a Zuñi. Estoy agradecida aunque no me he enterado de nada.
21:35h Me hago con mi primer vaso de vino. Firmo ejemplares. La gente me saluda. ¿Les conozco?. A partir de ahí me han contado que la fiesta continuó y todo fueron mojitos, risas y gin tonics.
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05:30h. Llego a casa. Estoy cansada y eufórica. La cama me espera.
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Aunque siga sin poder recordarlo del todo me hago una ligera idea de lo que supuso esa tarde-noche. Espero que vosotros también. Muchas gracias por todo. Sois los mejores.
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Nares Montero.
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Advertencia: Es posible que el parecido con la realidad sea nulo.
La autora no se hace responsable de las ideas y/o actos vertidos en este post.
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(Las fotos las hicieron Eva Gallud y sus amigos con mi cámara)
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Más crónicas del evento en:
y

4 comentarios:

Vale dijo...

besos
para
ti
wapa

Lara dijo...

jajaja

es genial

felicidades

kika... dijo...

yo lo viví más o menos así...

trovador errante dijo...

Que bueno niña roja!

Ese no acordarse de nada antes de emborracharse tié miga...

Me alegro que todo acabase en amor y gintonics.

A ver si te escapas con el chow al mediterráneo!

Un besazo,
Kike