
Hace tiempo en una conversación de bar un escribidor me explicaba que él no creía que los poetas hicieran poesía sino poemas y que él creía por lo tanto en los poemas y no en la poesía. Yo argumentaba a la contra y en mi contra estaban las copas de vino vacías acumulándose en la mesa.
El razonamiento que yo exponía matizaba que la poesía no es un concepto sujeto únicamente a la literatura y por lo tanto creer en ella no supone una decisión voluntaria, así como la justicia no se circunscribe únicamente a los tribunales. Desarrollando más a fondo el tema, ya sola, me percaté que efectivamente yo creía en la poesía, pero no dejaba de ser una descreída en otra cuestión: ¿Existen los poetas?.
Esta pregunta siempre me ronda y se aparece fortuita cuando en según qué círculos alguien se autodenomina poeta. Y en los últimos tiempos lo he oído en demasiadas ocasiones.
Entiendo el término, posiblemente de manera errónea, como un personaje mitológico que vivió en el mundo ficticio de Clitemnestra, Apolo, Eurídice, Europa, Hermes, y cuyo principal mérito y poder residía en su meticulosa sensibilidad. Así el poeta era un buscador, un cazamariposas que traía la inabarcable poesía a sus poemas con armas invisibles. Cargado de artilugios tales como la metáfora encerraba en cada oda, en cada cántico, cuyos barrotes son las palabras, ese concepto místico que siempre ha sido capaz de expresarse por si mismo en las cotidianeidades, en lo sublime o en lo desgarrador.
Así la labor de un poeta comenzaba con el aprendizaje, con la curiosidad y sólo le movía la busqueda de una figura retórica más certera. Infalible.
Entonces... ¿Existen ahora los poetas?
Indagué, busqué acariciando la certeza de no hallar ninguno, pero derrepente ¡plaf!, me topé con un personaje venido de no sé qué época y que tiraba por tierra toda la racionalidad y la lógica.
Aún queda un poeta vivo y cazando. Dando en el centro de la diana con su ballesta de palabras y dejándonos a todos los demás atónitos y envidiosos ante tal destreza.
Muchos lo intentamos, sólo él lo consigue.
No os lo perdáis, como buen poeta se prodiga poco.
(Nares Montero dixit)
LA NOCHE DE BATANIA
SÁBADO 29 DE MAYO
22:00H
BUKOWSKY club
(C/ San Vicente Ferrer 25)
Cartel de Carlos Salem