martes, 16 de marzo de 2010

Nadie me sigue el ritmo


Así están las cosas:
Me gusta el wasabi, el tabasco,
pimienta verde, negra, roja.
El vino y la cerveza.
La madrugada. El tabaco.
La marihuana.
Las bocas de quien no pierde
una palabra en pronunciarme.
Bailar lo bailado bailando.
La mujer cocodrilo.
Los baños públicos.
Catar lo impronunciable.
Quien proclama santas
de esquina y copa.
Los expertos en onomatopeyas.
Las picaduras de insectos.
El verano, el calor pegajoso y
las derrotas.
Los mordiscos. La mansedumbre
de los domingos. El insomnio,
los espejos, el asfalto y el neón
que alumbra putiblubs.
Los insultos, las palabrotas,
lo imprevisible, la intuición inconsciente.
El falso decoro de las misas.
El silencio de la modorra.
El canto de la abubilla,
el olor a leche fresca, las sotanas,
los rescoldos, la palabra
polichinela. Los rodamientos que
guardaba en los bolsillos
de pequeña. Acostarme de costado,
boca arriba, boca abajo, que me penetren de improviso
las ideas. Los diccionarios, las alabanzas,
las esquinas rotas de esta ciudad en llamas.
Las moquetas, los coquetos
cromañones que se las dan
de listos. El veneno, las amanitas y los que
hacen manitaspor debajo de la mesa.
El secreto público, el material cifrado,
las lavanderías, el olor a rojo y los candados.
Saberme siempre joven
en aquello de los pecados.
Los garbanzos, las cerillas,
si está de mi lado: la razón.
Las vísceras, los polígonos,
las ráfagas de besos en cuartos
mal ventilados. Las persianas
siempre abiertas, la sangre de las heridas,
los moribundos,
las descarriadas y los sudarios,.
Las ovejas y los panales.
Los perros y los maullidos.
El ruido del camión de la basura cuando
pasa por tu barrio.
Los analgésicos, las golondrinas,
las ocasiones que se cuelan
por debajo de las puertas.
El arroz a la cubana y el cubano
cuando canta y no me da por saco.
Los vikingos, la tortilla,
las sobras, los músicos de tres al cuarto.
El rimel, las agujas de los relojes
que están parados.Las papeleras, los pijamas,
la disculpa que por doméstica
es inventada. Los colores y las líneas curvas,
el incienso y santificado sea tu nombre, puta.
Las legañas y los puentes.
El sol que ondea a media tarde.
Y cuando alguien dice:
hay que joderse, no hay quien te siga el ritmo!
Y entonces río, entonces río.


Dibujo y texto de Nares Montero

6 comentarios:

trovador errante dijo...

Lugares comunes mi niña. Se lee con musica de rock suave.

Besazo cocodrilo marchoso,
Kike

Jose Zúñiga dijo...

... y los labios rojos.
Y ríe, que yo te bailo.

Almayou dijo...

Sigue marcando tu ritmo,... no te importe quien lo siga,...

Almayou dijo...

Sigue marcando tu ritmo,... no te importe quien lo siga,...

Ángel Muñoz dijo...

pero como te van a seguir el ritmo chica, madre mía.

Anónimo dijo...

y probablemente si alguien intenta seguírtelo a ti no te apetece, pasa siempre, me sigue quien no deseo que me siga, a quien sigo y deseo que me siga no me sigue

supongo que todo tiene siempre sentido, aunque uno no lo vea

un beso fuerte