lunes, 9 de febrero de 2009

escondites

"Te recuerdo
como un preso reclamando libertad
con la duda de si has olvidado ya
entre el llanto de los ruidos de ciudad"


Ahora no te extraño.
Me dejé a pedazos, desperdigada.
Diluida y agarrada, a la vez,
al pelo de marta del pincel, ermitaño,
que baila el labio superior de tu boca.

(Ese que asesinas los viernes noche antes de salir de casa)

Ahora no te extraño.
Los platos rebosan, invisibles, los senos de tu pila,
los que no fregué y aun esperan.
Memoria de guisos y fiestas.
El escurridor ya nunca está vacio de mi.

(Aunque esté lleno de ella)

Ahora no te extraño.
En la pared sigue tatuado el borde de mis cuadros.
Mis dibujos de pintura infantil.
El tecleo en la madera.
La sonrisa, sin afeites, aún está en esa escalera.

(Ya nadie la imagina de sol y azul)

Ahora no te extraño.
Se quedó el sonido de mis ruidos nocturnos,
Ronquidos en do,
(que quizá ahora escuchas como un son en mi)
en el organdí de la mosquitera atrapasueños.

(Sí miras arriba sigues viendo la alcayata de la que cuelga)

Ahora no te extraño
Vivo en el hueco de tus manos.
Desde las caderas, los ojos, las fresas,
los párpados.
Estoy como las pelusas, escondida en pliegues y faldillas.

(Nadie te roba mecheros con picardía y argumentos)

Ahora no te extraño,

Viajo las perneras y las mangas

tu ropa colgada en aquel patio.

adoquines, rosas y ladrillos,

yo soy las tardes de verano.

(Ahora no te extraño, pero aun te recuerdo.)

Nares Montero

1 comentario:

trovador errante dijo...

Quizás alguien siga pensando en tu sonrisa de sol azul.

Ayer, ya en la cama, cargadito de amor, pensaba en tí, y en tí, y en tí, y en tí...pero ella y su boca me quedaban muy lejos.

Vive como escribes niña roja.

Besos azules desnudos al sol