viernes, 20 de febrero de 2009

Auxilio

La inquietud es una cuerda
de la que cuelga el olor
a faisanes muertos.
Un paladar en ascuas,
escamas en la boca
escarlata.
La conmoción afilada
de un entierro.
Una estación sin trenes.
Un descanso lagartija.
Relicario de insomnios.
Huelen los huesos
a paja mojada.
Rutina hecha brecha.
No está en adoquines,
habita las líneas
que separan las baldosas
de la periferia,
estribaciones angulosas
del paso del tiempo.

Nares Montero

2 comentarios:

trovador errante dijo...

No es casual. Sentimos y escribimos al tiempo.

Tu auxilio esta noche es para mi un "rescue me".

Necesito yo también, al fín y ya, auxilio.

Besos niña roja

kika... dijo...

la caza muerta huele doblemente a muerte...

(qué tal estás???)

besos
K