Ya, ya está. Vámonos.
El miércoles pasado fue el cumpleaños de mi madre y mi regalo consistía en llevarla a ver el concierto de Rafa Pons y comprarla el cd (dedicado). Las niñas y el cachorro esperan en un bar cercano a Galileo. No iban a estar ellos haciendo cola, como la gente normal. Para todo hay niveles y estos tienen mucho nivel. Unas bravas que ni bravas ni leches. "Semos tipas duras" ¡otra caña!. Una hecha un pivón, femme fatale pelo negro y jersey rojo (que te lo cojo), otra si levanta los brazos lleva al cielo hasta a las hormigas ¡qué sensación de vestido japonés! y el cachorro risueño como nunca porque nos tenía muy abandonaitas y no se acordaba lo bien que se lo pasa con nosotras y lo que le queremos.
Ay canijo! yo sigo en las mismas: Es que es taaan monooo!!!
Y mil risas por que con vosotros nunca me aburro.
Entramos. Nuestras mesas están en lugares estratégicos, nos acomodamos, saludamos, "Public Relations", por ahí esta "Boquita linda" y me la traigo a nuestra vera porque nunca puedo resistirme a su compañía. Se apagan las luces. ¡Ais Madre que empieza el show! Cantar a grito pelao que se vallan los pies solos, las manos, las palmas, la emoción... Rafa Pons nos encanta y somos fans acérrimas, no tanto por su guapura (que algunas también por eso) si no por que consigue que estallemos en un subidón brutal. Cómo diría mi primo: Un torbellino de sensaciones oiga!
Nosotras solemos ser críticas aunque de maneras muy especiales y excéntricas pero en el caso de Rafa, da igual si a veces el sonido de la banda tapaba su voz porque el público se la devolvía. Da igual que no cantara todas las canciones... que alguna se quedó en el tintero. Da igual todo porque fue un concierto magnífico. Galileo saltando y moviendo un poco el mundo. Al menos yo me salí de mi órbita y disfruté como una enana y como una bestia parda.
El sábado también había plan. Normalmente desconfío de los días, y generalmente fines de semana, programados. Es decir, cuando llevas toda la semana pensando en que te esperan unos días increíbles normalmente se quedan en eso, una expectativa de días increíbles. Ni ves a todo el mundo que pensabas ver, ni los conciertos son como esperabas que fueran, ni te ríes tanto como normalmente, ni (y perdonen la expresión) "pollas en vinagre". PERO el sábado había plan. Comida familiar en casa. Nos reunimos tan de cuando en cuando que a veces pienso que no voy a reconocer a mis primos. Y esta vez casi es así, mis primos, los nenes, ya tienen coche los dos ¡y barba! Menos mal que yo sigo siendo joven aun siendo más vieja (anacronismo?). Una vez todos tienen sus barrigas llenas yo comienzo a arreglarme.
Nosotras solemos ser críticas aunque de maneras muy especiales y excéntricas pero en el caso de Rafa, da igual si a veces el sonido de la banda tapaba su voz porque el público se la devolvía. Da igual que no cantara todas las canciones... que alguna se quedó en el tintero. Da igual todo porque fue un concierto magnífico. Galileo saltando y moviendo un poco el mundo. Al menos yo me salí de mi órbita y disfruté como una enana y como una bestia parda.
El sábado también había plan. Normalmente desconfío de los días, y generalmente fines de semana, programados. Es decir, cuando llevas toda la semana pensando en que te esperan unos días increíbles normalmente se quedan en eso, una expectativa de días increíbles. Ni ves a todo el mundo que pensabas ver, ni los conciertos son como esperabas que fueran, ni te ríes tanto como normalmente, ni (y perdonen la expresión) "pollas en vinagre". PERO el sábado había plan. Comida familiar en casa. Nos reunimos tan de cuando en cuando que a veces pienso que no voy a reconocer a mis primos. Y esta vez casi es así, mis primos, los nenes, ya tienen coche los dos ¡y barba! Menos mal que yo sigo siendo joven aun siendo más vieja (anacronismo?). Una vez todos tienen sus barrigas llenas yo comienzo a arreglarme.
Sé que irán algunos, llamo y rellamo pero nadie lo coge. Por mi cabeza no pasa estar sola. De hecho sé que conoceré a alguno de los que estén en Barcelona 8 seguro, como mínimo a los camareros. Tocaba el vestido rojo y los labios rojos porque, como dice el anuncio, en crisis se disparan las ventas de carmín y yo iba pisando fuerte para que no me llevara el viento.
Cuando llegué aún no había empezado el concierto, una vez pasé de la puerta pensé que estaba sola de verdad pero al doblar (yo solita) la esquina de la barra ahí estaban. A mí la gente no se me atraganta y hay personas a las que estaría dispuesta a ver en cualquier situación o momento porque son garantía de cualquier cosa buena, porque aprendo, todos los días que paso con ellos, que la vida es como tiene que ser y sólo la estropeamos nosotros mismos. O sea que la vida es puta pero nosotros la hacemos puta de calle en vez de puta de lujo. Hay que quererse más todos los días. Pero quererse de verdad, con honestidad, sin ínfulas de nada, ni fábulas de cualquier cosa, sin autofracturarnos, y agarrándonos a los asideros que se van presentando en el camino. Muchos de vosotros sois los míos y por eso, y por muchas otras cosas, yo me presto a que quién quiera se agarre a mí y no se caiga, como mínimo, mal en algunos momentos y en otros al suelo.
Había escuchado antes a Alejandro Martínez y me gustaban sus canciones, la época de Los Tigres me la vi toda desde casa enganchada a Central Musical y le había visto colaborar en otros conciertos pero tenía una deuda conmigo misma y una tarea pendiente, en la bandeja de urgentes, en lo que a ir a verle a él, a un concierto suyo, respecta. No tengo pues referencias anteriores que las mencionadas y aunque he leído otras crónicas y escuchado otras opiniones para mi era un referente antes de conocerle en vivo y en directo, y lo sigue siendo. Claro que habrá evolucionado pero sin lo anterior no hay evolución posible. Disfruté mucho del concierto aunque he de confesar que no estuve muy pendiente de él, de Alejandro. Pudo más cantar con La chica más triste de la ciudad palabritas sueltas y ver como se emocionaba y me emocionaba a mí. Pudo más dar casi la espalda al escenario y escuchar compartiendo cada palabra y cada nota. Pudo más elegir no escuchar, solo oír, algunas de las canciones que tanto me gustan pero que abren heridas. Esta si, esta es un cañón de canción. Esta no, me pone triste así que la pasamos mirándonos a los ojos. Y volver a saltar y a reír como la noche anterior en Galileo, sin tanto rock pero más swing. Así que para mí el concierto de Alejandro tuvo un valor añadido y es que me emocionó sin estar pendiente de él, como sin querer pero queriendo.Después una campaña de mujeres, a lo Lord of the ring (una elfa, una hobbit y una humana), nos escapamos, huimos, sin dejarnos zapatos por el camino, a tener conversaciones de palabras (algunas veces conversar con tiene que ver con las palabras). Búsqueda de títulos casi como en rebajas, revolviendo los estantes, mirando las taras, probándonos encima de la ropa y sin espejo. Algunas conversaciones no las cambio por nada y que llegase el Autoeditor... un anuncio de masterd card (no tiene precio). Le fuimos fieles al Toni2 -aunque te debo unas cervezas-. Cómo me gusta pasear contigo por los madriles de noche y con frío.
Me despierta un SOS (que no un arroz) y contesto, y estoy, y no podría dejar de estar, porque una vez elegida ya no hay vuelta atrás y yo te elegí hace tiempo.
El domingo también hay plan, pero esta vez toca currar. No os he contado que estoy co-coordinando un espacio los domingos, LA MAREA, que pertenece a la Asociación Cultural Yemayá, donde organizamos conciertos en directo. La Marea pretende, humildemente, llegar a ser un referente y un espacio abierto para artistas noveles o no conocidos públicamente. Y nos reunimos las tardes de domingo de 5 a 8 para compartir lo que nos traiga, lo que nos mueve, lo que nos llena. Es la casa de la gente. Este domingo arrancaba la primera Marea del 2009 con Javier Montes, un rey de la bossanova, y Julio Hernández, maestro de ceremonias y también coordinador del espacio. Y lo digo muy orgullosa porque fue increíble verles tocar y cantar. Lo que no me explico, en el caso de Javier, es donde andaba metido todo este tiempo. Quién se lo perdió no sólo se perdió un concierto, sino un momento irrepetible. Los que estábamos, en esa carrera de fondo, nos fuimos con la sensación de haber vivido algo memorable. Desde aquí invito a todo hijo de vecino a vivir tardes de domingo con olor a comida cubana, alegría, ilusión y mucha música. La Latina que nunca para, aprieta el pause para nosotros en la calle calatrava 16. No puedo dejar de pensar en que los recuerdos que estoy fabricando ahora me acompañarán toda la vida y sonreír. Aún no se como he llegado hasta aquí ni por donde seguirá mi camino, pero no paren este tren que me lo estoy pasando pipa.Ayer lunes, debut de Juanan Herrera en el Búho Real. Veros a TODOS, con alguna pequeña pero no menos importante excepción, los que habéis compartido tanto tiempo conmigo desde principios del verano pasado apoyando a un amigo común es algo que casi hace que se me salten las lágrimas. No somos una chupipandi pero cada uno de vosotros sois increíbles, por separao, juntos o en salsa. Espero seguir compartiendo. Os quiero.
Nares Montero
Este post va dedicado a toda esa gente que ha hecho que estos últimos cuatro días sean un recuerdo de por vida.
Fotos: Algunas robadas vilmente de otros blogs y folologs y otras hechas por mi.
6 comentarios:
Lo que te diga yo... Si cuanto menos planeemos mejor nos sale. Que todos los findes, festivos, y sanvalentines nos salgan tan bien.
Prometo seguir tus órdenes y creo que el punto de inflexión me lo ha dejado tan claro!
MMMMMMMMMMUA amor
Hola, soy Jara, la chica a la que el facebook le decía que posiblemente te conociera.
He venido a leer la crónica de Alex... pero me he tragado el post enterito... a mi el Pons no me hace tilín del todo, la verdad... pero... que sorpresa!!! Javi Montes!! Si es uno de mis salmantinos en Madrid!!! No le pierdas la pista, es un talentazo el tío.
Besos y música,
Jara
Niña más roja que nunca!
Dientes muy largos de vuestra compañía y de la música.
Habrá que escaparse un día de estos por los madriles.
Besos improvisados
Bueno cachorra mía, no estuve en el conci de nuestro adorado Rafa en persona pero lo escuché por el telefono de "la niña" y como muy bien dices aun siendo criticas como somos a el le perdonamos todo y bueno.... yo solo he podido compartir contigo el lunes, bueno contigo... y con todos porqué para mi también resultó increible reencontrarme con compañeros del pasado y loco verano, todos apoyando a nuestro Juanan que nos regaló un pedazo de conciertazo en nuestra casa el Buho.
Nos vemos pronto...... si o que?
Un besazo
Yo también me he tragado el post enterito (por si menombrabas), es una pena que no haya sido así.. snif
Para cuadno más paseos por madrid? Si ves que el fríose aacba.. los probamos con calor.. un abrazo.
Llego un poco tarde pero me encantó tu fin de semana... ay! hace tanto tiempo que no hago yo esas cosas que ni me acuerdo... qué bien poder experimentarlo, al menos virtualmente, con tu crónica.
Besazo, te lee siempre,
Oihana
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