jueves, 7 de enero de 2010

Quién domó a las mariposas?


En el mar del este
se enseñaron los remiendos
como en una sala de espera
donde no cuaja la nieve,
las quemaduras de cigarro
en las saladas aceras,
las dentelladas que el tiempo
no borra ni cicatriza.

Vieron, también,
lechoso y sepultado
el miedo
bajo el viento que venía
de los desórdenes del mundo
a posarse en sus cabellos.

Rugieron
con espuma entre los dientes
al invierno
que a poco estuvo de poder
con ellos,
con las camas deshechas,
los papeles de fumar,
ansiosos,
los milímetros de la distancia
y su neblina,
liándoles las manos
como quien no hace nada.

¿Quién
pisó el hormiguero
o cazó a los colibríes?

¿Quién domó a las mariposas?

Se vieron sangrar los ojos
estupefactos.

Discernieron
las gaviotas con sus picos de plástico
los eléctricos gatos negros
las montañas con su atardecer en ruina,
un edén en acuarela,
y
los surcos
que les iban dejando las uñas
del paso
del uno contra el otro,

esos silencios
del combate que
como una frazada
se les vinieron a alojar
entre las orillas arenosas
de los labios
y el fondo de la boca.

Y ya nunca supieron
qué más
decirse,
qué mal-decirse.

Dibujo y poema de Nares Montero

2 comentarios:

Edu dijo...

Bueno esto no sé porque me recuerda aquel aleteo de mariposa en el Amazonas y a su consencuencia de tornado en California.
Un Saludo

Nares Montero dijo...

La vida se comporta a veces como la teoría del caos, Edu.

Bs
N